FELIZ DÍA DE LA NACIN ESPAOLA

Para aquellos (sigo pensando en los expatriados) que no hayan podido visionar el mensaje de nuestro rey Marian%&&(….esto…..del presidente del gobierno Marian(/%%·….JODER!….del jefe del partído de la oposición, Don Mariano Rajoy, deseando a todos los españoles (aunque nosotros sabemos que en verdad sólo se lo desea a los de buena fe) un feliz día de la Nación Española, vamos a hacer aquí un pequeño comentario al respecto y a comentar ese vídeo en el que el susodicho Rajoy, “adelantándose” como el mismo dice, y dándose aires no ya de estadista (gente que sabe lo que es una t de estudent y esas cosas) sino de jefe de estado se apropia de un día que, pese a darme igual y como muchas otras cosas de las que se apropia el PP últimamente, pertenece a todos los españoles.

Cito el editorial de hoy de El País (texto completo aquí) titulado El Rey y la Nación.

La idea de la campaña es mostrar a Rajoy y su partido como únicos defensores de símbolos compartidos por la inmensa mayoría de los ciudadanos, frente a un Gobierno que habría renunciado a hacerlo. Esa actitud sectaria e insidiosa alcanzó ayer una cima peligrosa con la presentación de un vídeo en el que un Rajoy en actitud pontifical se dirige al pueblo para pedirle que el viernes, con motivo de la Fiesta Nacional, exteriorice su orgullo de ser español con algún gesto que muestre lo que guarda en su corazón. Anima a honrar y exhibir los símbolos de la nación española, y singularmente la Corona y la bandera “porque en ella estamos todos representados”.

Hay una contradicción demasiado evidente en esa apropiación partidista de un símbolo que se dice compartido; pues si sólo los que se identifican con una determinada política (o retórica política) defienden esos símbolos, se está considerando no españoles a quienes no comparten esa política. El tono como de anuncio publicitario del mensaje subraya su carácter banderizo: es poco patriótico erigirse en los exclusivos portavoces de lealtades y sentimientos que son compartidos por una mayoría de españoles, como los que se conmemoran mañana, 12 de octubre.

La Constitución de 1978, incluidos los símbolos que institucionaliza, son fruto del consenso, y ahí radica su valor frente a etapas anteriores. Pero ese consenso se rompe cuando un partido trata de apropiarse de lo que pertenece a los ciudadanos de todas las creencias y constituye el núcleo imprescindible para que funcione el juego democrático. Respetar el orden constitucional no es lo mismo que proclamarse su único o su más resuelto defensor. Antes por el contrario, esa actitud es otra manera de infringirlo.

Esto se viene a unir, para mantener la dinámica de los ultimos meses años a las declaraciones de responsables políticos del PP en referencia al atentado del pasado Martes, llegando a decir textualmente que “nos lo hemos buscado”, dando una justificación a los terroristas (flagrante error donde los haya) y excusandoles bajo la, según ellos, errática política del gobierno.

Para más inri, desde algunos medios de comunicación como Onda Madrid se viene a criticar al gobierno por tener la desfachatez de pedir que el PP le apoye en estos momentos tras el atentado, ya que si “se les excluyó” de la política anterrorista en su momento no se les puede pedir que ahora, en un ejercicio de decencia política y de, como ellos mismos dirían “defensa de las instituciones nacionales”, apoyen a los mismos que les excluyeron (que huelga recordar fueron todos los partidos respresentados en el congreso de los diputados).