Por otros derroteros que no vienen al caso estoy discutiendo con los ilustres miembros de este blog sobre la manipulación que pueden llegar a ejercer determinados medios de comunicación. De entre todas las modalidades de manipulación que pueden llevarse a cabo la que nos ocupa ahora mismo es una muy concreta que consiste en proclamar a los cuatro vientos una noticia y acto seguido mostrar unas imágenes que, o bien desmienten lo anterior o bien no lo reafirman con la suficiente contundencia.

Cuál es mi sorpresa cuando me encuentro aquí, en esta santa casa, un ejemplo perfecto de esa manipulación. Porque sí, efectivamente, en el post anterior Paquitall hace uso de ella (ayudado, como no podía ser de otra manera, por el diario AS[queroso]) .

No voy a entrar en el fondo de la patraña que ha vomitado sobre el teclado nuestro abyecto compañero sino sólamente en estos dos ejemplos.

Messi

Expulsa Paquitall lo siguiente:

Leo Messi desobedece las instrucciones de su entrenador y se niega a ser sustituido, siendo el inocente Nohaymar el que tiene que pagar los platos rotos y abandonar el campo con destino al banquillo.

Si pinchamos en el enlace que se nos ofrece iremos a la capital de la manipulación en prensa escrita: el AS[persor]. ¿Qué veremos allí? Un vídeo. ¿Y qué se ve en el vídeo? Pues todo menos lo que Paquitall quiere hacernos creer. Se ve a Luis Enrique preguntándole a su jugador, con discreción, si quiere descansar ya en el banquillo. Como ve que Messi se siente bien, con fuerzas para seguir jugando, Luis Enrique decide no quitarle del campo. Ni más ni menos.

La única razón para mentir en un caso así (aparte de la compulsión diagnosticada que aqueja a Paquitall) es la envidia comprensible que despierta el astro argentino y el equipo blaugrana.

Guardiola

Escupe Paquitall:

Pep Guardiola, ya soltaba mentiras tan asquerosas como las que suelta aquí para justificar su presencia en la selección española.

¿Cuáles son esas mentiras?, nos preguntamos. Y ninguna respuesta obtenemos tras ver el vídeo del enlace. ¿Cómo que no?, nos saltará a la yugular nuestro enfermo amigo. Dice que las leyes le obligaban a jugar, farfullará con espuma por la boca.

En primer lugar (pero no el más importante) el prolijo autor de este blog omite interesadamente dos datos fundamentales de lo que dice Guardiola, a saber:

  • Dice que está encantado de jugar con la selección española.
  • Dice que la selección catalana, al no ser un país reconocido, no puede jugar partidos internacionales oficiales.

Pero, como digo, no es esto lo único ni lo fundamental. Lo fundamental es que, además de lo anterior, ¡tiene razón en que las leyes le obligan!

Lo que dice la ley

Artículo 76

1. Se considerarán, en todo caso, como infracciones muy graves a las reglas de juego o competición o a las normas deportivas generales, las siguientes:

f) La falta de asistencia no justificada a las convocatorias de las selecciones deportivas nacionales.

Lo que dice la prensa

Pongamos un par de ejemplos sin escarbar demasiado

Todo lo cual, además, desmiente otro de los argumentos de mis adversarios: el de que ir a la selección es voluntario. No, amigos, no. No es voluntario.