Hace bien poco discutía con Paquitall sobre el tan traído y llevado canon del que algo se ha hablado también por aquí. La discusión, excepcionalmente, no era del todo tal porque coincidíamos en casi todo. Uno de los puntos de conflicto era, sin embargo, que yo creo que sí que hay personas que lo defienden convencidas, sin que haya ningún interés oscuro y oculto en sus intenciones. Y traigo un ejemplo de lo que digo.
Javier Marías no es sospechoso (al menos eso me parece a mí) de venderse a ningún postor. Suele decir lo que piensa sin estar sometido a ninguna presión externa. Bien es cierto que puede argumentarse que su opinión no es válida pues, en cierto modo, sería juez y parte en esta controversia, pero ¿acaso no somos todos parte?
Este domingo, en su artículo para El País Semanal, expone sus argumentos en los que el canon no acaba mal parado, aunque propone otra posible solución (nada original, de otro lado).
Discrepo de algunas de las cosas que escribe en ese artículo pero ahí tenemos una versión más cercana a las posturas de la SGAE que a las del resto del mundo, de alguien a quien puede considerarse inteligente y libre de opinar como quiera.
Yo tampoco veo que J.M esté muy cerca de la SGAE en este tema (¿quién puede estar cerca de esa gente sin volverse negro como el carbón?). Su alegato va a favor de los que, como él, son creadores de obras.
No sé hasta qué punto la medida que propone María (Otis) es justa porque, casi con las mismas, un carpintero tampoco debería pagar impuestos por los beneficios obtenidos por la venta de sus mesas. Y, si seguimos aplicando esa máxima, al final acabaríamos justificando que nadie pagase impuestos, lo cual tampoco tiene sentido.
Yo cada vez estoy más convencido de dos cosas:
A: Se ha descubierto que la llegada de las nuevas tecnologías tiene numerosas ramificaciones que afectan a muchos ámbitos, y que eran difíciles de preveer, y tanto los autores, como las sociedades, como los partidos políticos están intentando regular de alguna forma algo que, a priori, parece imposible de regular con cierta justicia. Con lo cual, da la sensación de que toda la parafernalia que se monta alrededor de los derechos de autor no es muy distinto de una rabieta de aquel niño pequeño que no quiere que nadie más juegue con sus jugetes, pero que no puede evitar que su hermano los coja cuando aquel está dormido.
B: Todo el que defienda el canon basándose en la salvaguarda de la cultura, los pobres autores, o el derecho a la propiedad intelectual, miente. Así de sencillo. Este asunto gira en torno a lo mismo que gira todo lo demás: el dinero.
¿O es que acaso alguien piensa que la SGAE votaría a favor de la desaparición del canon, siempre y cuando los autores no pagasen impuestos por los beneficios de sus obras?
Yo no lo creo.
Prever
Ya contestaré al resto.
No entiendo tu ejemplo del carpintero. No sé qué tiene que ver con lo que dice Marías.
Eso por una parte. Por otra, tus argumentos tampoco son muy constructivos porque se les puede dar la vuelta perfectamente: se impone un canon para regular una situación extraña que ha surgido en torno a los derechos de autor, como se ha hecho siempre en este caso y con casi cualquier ámbito de la vida pública; la sensación es la de que eso provoca una rabieta en la gente de la calle ante algo que ya está en firme y que no se va a cambiar.
Los que hablan del p2p como medio de difusión de la cultura mienten. Se trata únicamente de conseguir cosas gratis; de dinero, en definitva.
No puedo perder el tiempo explicándote el ejemplo del carpintero. Si no lo entiendes, no te lo puedo explicar.
Frente 1 – Tú le estás dando la vuelta a mi argumento de una forma errónea. La gente no se enrabieta por las medidas adoptadas para regular el canon, no, la gente lo que hace es protestar por una situación, a todas luces injusta, que unos pocos han promovido con el objetivo de sacarles los ojos a los ciudadanos basándose en la regulación atropellada y atropelladora de una situación a la que se ha llegado por cauces naturales.
Frente 2 – Eso es incontestable. El único objetivo que mueve a unos y a otros es el dinero, que es lo que vengo diciendo yo desde hace tiempo. La única diferencia es que unos pretenden ganar dinero imponiendo medidas injustas; y otros pretenden ahorrárselo simplemente dejando que las cosas vayan por su cauce natural. Laissez faire, laissez passer, como bien dicen los sarkosianos.
Hay una gran diferencia entre ambos modus operandi.
Traduzco para los demás su frase sobre el ejemplo del carpintero: no sabe ni él lo que quería decir con ese ejemplo absurdo.
F1 – Eso es lo que dices tú. Pero ellos pueden perfectamente pensar y decir lo contrario. Al fin y al cabo, ¿no es acaso una pataleta las quejas de los internautas, cuando siempre ha existido un canon compensatorio (según tengo entendido) con cintas de música y siempre ha existido una regulación al respecto?
Fórmula 2000- Si obviamos que también a este argumento se le puede dar la vuelta, tengo que decir que no estoy de acuerdo contigo en lo de la pasta. El dinero no es el único elemento en esta discusión, por lo menos para mí. Para mí esto también tiene que ver con las libertades y con la difusión de la cultura.
Carpintero – No voy a entrar al trapo.
Instituciones – Claro que ellos pueden pensar y decir lo contrario. Ese es el problema, que lo hacen y que, por ende, se equivocan. Yo no sé nada de ese “canon de toda la vida” al que haces referencia. Ilumínanos sobre la materia y te diré si lo considero parecido o no a la regulación actual del canon. Hasta la fecha, mantengo que la reacción de los gobiernos y sociedades a favor del canon obedece a una necesidad imperiosa de sacar tajada de una situación que se les está escapando de las manos.
El Pueblo – A cualquier argumento se le puede dar la vuelta, pero eso no quita que, al hacerlo, se convierta en un argumento absurdo e inútil (¡a quién se lo estoy diciendo!). Dudo bastante de que tu postura anti-canon obedezca a unas ganas locas de ver cómo se difunde la cultura en este país. Más bien me creo que criticas el canon por un simple instinto natural de ir contra aquello que consideras injusto.
Porque, a falta de un argumento ganador contrario a nuestra opinión, la regulación actual del canon supone una severa invasión a los derechos inherentes a cada persona.
Reconozco que no me he leído detenidamente todo lo que habéis escrito poque os enrolláis como las persianas, pero estoy de acuerdo (espero no sentar peligrosos precedentes) con Pakitall es su frente 2: aunque haya varios factores involucrados, el dinero es el que mueve a esa defensa absurda del cánon. Como dije con lo de Francia y la Fnac, los grandes perjudicados económicamente con la piratería son los distribuidores (Carrefour me perdone).
Luego otra cosa que no acabo de entender pero seguiré intentando alcararme es ese cariño que le tenéis a J. Marías, que me parece que rezuma siempre autosuficiencia. Y en este artículo además no le he visto nada brillante; el razonamiento de un impuesto ‘por si acaso’ empleando el ejemplo de los cigarrillos me parece patético y no válido:
[…] “La queja es comprensible, aunque sólo en parte, porque yo no protesto porque el Estado grave mis cigarrillos con impuestos especiales para financiar la sanidad pública, por ejemplo.” […]
y no se a los demás pero gracias al sigiuente post de Chonchi yo tengo que leer éste de arriba abajo como el chino mandarín
Gracias Botchan pero, puntualizo, no es que estés de acuerdo conmigo, es que estás de acuerdo con el sentido común. Los artistas tienen como principal fuente de ingresos la recaudación de los conciertos, no la venta de discos. De hecho, llama la atención que los mayores defensores del canon no sean los artistas, sino la sociedad que los representa. Porque desde luego que no tomo como referencia las declaraciones de un Bisbal de la vida que dice, por contrato, que la piratería hace mucho daño a la música.
A mí no me incluyas. Yo sólo le conozco de haberle visto de pasada en el programa de Jose Lui Garci
P.D: Yo también leo este post en formato de chino simplificado. Le preguntaría al blogger-trotter, pero es que luego me acusa de no respetar su tiempo con mis preguntas absurdas.
@paquitall:
Sobre lo del carpintero: tranquilo, no pasa nada, ya les he explicado al resto lo que pasaba.
Decir que pensar lo contrario que tú es equivocado no aporta absolutamente nada a la discusión. De eso es precisamente de lo que me quejaba. Tus argumentos del tipo “ellos sólo quieren sacar tajada” no difieren en mucho de los de ellos: “es la política del todo gratis”.
Mi apoyo a los sistemas p2p y al intercambio libre de contenidos obedece, sí, entre otras cosas, a una creencia en que eso permite un mejor y más democrático acceso a la cultura.
@botchan: Marías es un muy buen escritor y articulista. Yo no veo esa suficiencia, sino un humor bastante ácido en casi todos los artículos que escribe. No creo que en ese en concreto proponga la imposición de un impuesto (valga la redundancia) “por si acaso”. Expone lo que para él es una injusticia y propone alguna solución.
Resumiendo. Lo único que digo es que no le encuentro sentido entrar en una disputa del tipo “ellos sólo quieren sacar pasta” frente a “quieren robarnos nuestro trabajo”. Compensar a los autores puede no ser una idea tan descabellada ni injusta. Pero hay otras formas, desde luego.
@botchan y @paquitall: debería estar solucionado vuestro problemón de no poder leer bien esta entrada.
Al que no le has explicado lo del carpintero es a mí. Estoy deseando oír tu versión de la historia.
A ti te encanta darle la vuelta a los argumentos, pero lo que no parece que te entre en tu dura cabezota, pedazo de animal, es que , como decía el otro día, hay argumentos que de un lado tienen sentido, y del otro no. Yo ya te he explicado por qué creo que la postura de las instituciones es muy distinta a la del pueblo, y por qué creo que son estos últimos los que tienen razón. Lo que me gustaría es ver cómo defiendes tú tu teoría del “todo gratis”. ¿Crees sinceramente que la gente que protesta contra el canon lo hace por ahorrarse 13 céntimos a la hora de comprarse un CD?. Yo más bien creo que es una cuestión de principios. Ahora bien, ¿crees sinceramente que la SGAE actúa por principios?
Por otro lado, dices que hay otras formas de compensar a los autores, pero tampoco es que nos hayas avasallado con tus propuestas. ¿Qué propones tú para regular esta situación?
Y, otra cosa: compensar a los autores. ¿Compensarles por qué, exactamente?. Lo dije en mi anterior respuesta. Los autores no pierden dinero con las descargas Pier to Pier, los que lo pierden son las discográficas, y las sociedades de autores. La principal fuente de ingresos de un músico son sus actuaciones en vivo, y cuanta más gente haya que conozca su música, más probabilidades habrá de que sus conciertos sean un éxito de afluencia, lo que se traduce en más dinero para el músico. De hecho, hay muchos autores que defienden las descargas gratuitas.
Que nadie se lleve a engaño, aquí no se trata de “los pobres autores”. Los únicos “autores” a los que he visto defender el canon son, o miembros de la SGAE, o marionetas de las discográficas (e.g. Bisbal). Por favor, decidme quién más defiende el canon, tal y como está regulado.
Carpintero a tus Cárpatos: ¿Tengo que darte una explicación aparte? ¿No te vale la que he dado al resto?
Canon: No. Tu no estás dando argumentos en contra del canon. Sólo dices que lo que tú dices es correcto y lo de ellos, no. Ellos hacen exactamente lo mismo y con eso no se llega a nada. Y la prueba es tu pregunta sobre las verdaderas intenciones de la SGAE. No llegamos a nada entrando en un debate sobre las verdaderas intenciones de nadie, porque ellos, de nuevo, pueden adjudicarnos las intenciones que les dé la gana y nunca llegaríamos a otro sitio que no fuera acusarnos unos a otros de interesados y mezquinos. Si hay razones en contra del canon o refutaciones de las que se dan a favor, las hay, independientemente de los intereses o intenciones ocultas que tenga la SGAE y de la conspiración que te has montado tú en tu cerebro de enfermo mental.
Para poder decidir otra forma de compensar a los autores primero habría que hablar con ZP, el tío que más sabe del tema en el mundo. Pero Marías propone una (exención de impuestos para las actividades culturales); otra sería que se pagara con impuestos, y que fuera el Estado el que lo gestionara. Por ejemplo.
Compensarles por disfrutar de su trabajo de forma gratuita. O compensarles por situarles en una situación anormal, comparada con otros ámbitos distintos (como el software, por ejemplo; o lo que mencionaba Marías de que su trabajo pasa al dominio público pasado un tiempo).
Pues ya ves, el Parlamento lo ha aprobado, así que parece que hay más gente que lo defiende. Vuelves a lo mismo. Todos pensamos igual de la SGAE, pero el debate que yo proponía era otro. Si hubiese sido vamos a criticar a la SGAE y decir lo gilipollas que son, bien. Pero no es el caso.
Te vuelves a equivocar al simplificar mis argumentos hasta un: “el que piensa distinto que yo, se equivoca”. Pero, no te preocupes, que te lo vuelvo a explicar.
Nadie conoce las verdaderas intenciones de una y otra parte (excepto tú, claro), pero lo que sí podemos hacer es apoyarnos en la lógica para acercarnos a una postura que podamos considerar, en mayor o menor medida, cierta. Veamos:
Todo Gratis –: ¿Qué es más lógico, que los internautas protesten contra el canon porque quieren ahorrarse unos pocos céntimos en la compra de un CD, o que lo hagan porque lo consideran una medida que les presupone culpables, y que los hace pagar de forma preventiva por un delito que no han cometido y que, en muchos casos, no es tal delito?
Ladrones: ¿Es lógico que sean las discográficas y los miembros de la ESAG los que salgan en favor de los autores, en lugar de ser los propios autores?. Si los músicos están siendo invadidos en sus derechos, ¿por qué hay cada vez más músicos que defienden las descargas gratuitas?. ¿Por qué las discográficas obligan, por contrato, a sus nuevas estrellas a decir en las entrevistas que la piratería está matando a la música?. ¿Por qué la SEAG quiere recaudar dinero por la copia del trabajo de un artista no afiliado a ellos?
Realmente no sé qué intereses les mueven a unos y a otros pero, ya lo decía Jesus El Cristo: por sus actos les reconoceréis.
De modo que yo reconozco que los autores deben cobrar por su trabajo, ¡y eso hacen!. Cada vez que pagas una entrada para ver a J.R, estás pagándole por sus servicios. Sin embargo, cada vez que compras un CD, no le estás pagando al músico, le estás pagando a la discográfica. ¿Solución? Elimina a la discográfica de la ecuación. No es necesaria. Que los músicos creen una sociedad limitada que sufrague tanto los estudios de grabación como los gastos de distribución. Y que incluso sean subvencionados por el estado, en pos de la difusión de la cultura. De esta manera, el músico cobrará por los frutos que reporte su trabajo, y no habrá ninguna tercera parte reclamando dinero por un concepto que no le corresponde.
Y lo mismo para otro tipo de artes.
Yo no me empeño en criticar a la SGEA, tengo cosas mejores que hacer, me empeño en denuciar una situación injusta donde los reclamantes tienen demasiados intereses creados como para considerarles objetivos.
Si la SEGA fuese jurado, yo le recusaría