Aquí os copio un par de trozos de lo que escribe Primo Levi sobre su detención en el Piamonte como partisano (antes de ser llevado a Auchswitz), algo de lo que en “Si esto es un Hombre” no escribe mucho. Es del capítulo “Oro” de “El Sistema Periódico”:
“Nos pegaron un poco, nos advirtieron que no se nos ocurriera «hacer nada sin consultar», nos prometieron interrogarnos luego a su particular manera convincente y fusilarnos inmediatamente después, se colocaron en torno nuestro con gran solemnidad, y nos pusimos en marcha hacia el paso de la montaña. Durante la expedición, que duró varias horas, logré hacer dos cosas que me importaban mucho: me comí trozo a trozo el carnet de identidad demasiado falso que llevaba en la cartera (la fotografía sabía particularmente mal), y fingiendo un tropezón metí en la nieve la agenda llena de direcciones que tenía en el bolsillo.“
“[…] los interrogatorios de Cagni eran temibles.[…] Empezaba el interrogatorio depositando la Luger encima de la mesa bien a la vista e insistía sin tregua durante horas. Quería saberlo todo. Amenazaba continuamente con la tortura y el fusilamiento, pero yo por suerte no sabía casi nada, y los pocos nombres
que sabía me los guardé para mí. Alternaba momentos de simulada cordialidad con estallidos de cólera no menos simulados. A mí me dijo (seguramente tirándose un farol) que sabía que yo era judío, pero que era mejor para mí. O era judío o era partisano, en cuyo caso me llevaría al paredón. Si era judío, pues nada, había un campo de concentración en Carpi, ellos no eran seres sanguinarios, me quedaría allí hasta la victoria final. Reconocí ser judío, en parte por aburrimiento, en parte por una reacción terca e irracional de orgullo, pero no creía en absoluto en su palabras. ¿No había dicho él mismo que la dirección de aquella cárcel, en el plazo de pocos días, pasaría a ser controlada por las S.S.?”
No todos los trozos de este libro, en que los capítulos llevan nombres de elementos del sistema periódico con los que tienen relación, tratan directamente de su experiencia directa de la guerra. Algunos tratan de los años previos, de sus estudios de química, de su infancia, algunos son cuentos escritos entonces…No obstante lo que si que se puede ver en este libro, al igual que en “Si esto es un hombre” es que la impronta que dejó en el esta experiencia dominó a partir de entonces su forma de ver la vida. En el capítulo “Cerio”:
“A treinta años de distancia, me resulta difícil reconstruir el tipo de ejemplar humano que pudiera corresponder, en noviembre de 1944, a mi nombre, o mejor dicho a mi número: el 174517.”