Porque hoy Raikkonen se ha encargado de estropearlo. Siguiendo la misma línea de corredor perdedor, que tanto idolatraba Paquitall, ha vuelto a cargarse el coche. Por enésima vez. ¿Qué cojones haces, Kimmi? ¿Le pones azúcar en el depósito? ¿Te llevas una recortada a la cabina del piloto y te dedicas a disparar contra los controles? En serio, reponde.

Y luego todavía quedará alguien que se extrañe cuando no le dejo mi coche a un tío que se hace caca cuando le ofrezco conducirlo y que tiene como máximo referente a un conductor que destroza un coche con sólo mirarlo.