Nada, pues ya está, ya la hemos tenido. A esto nos lleva la cerril y pueblerina actitud a la que se adscribe Paquitall. A que a un tipo como Kiko CasillaS (¡OtiS!), portero del Real Madrid -un autoproclamado “club señor” del que hace ya bastante tiempo que no tenemos noticia de su señorío-, y, para más inri, catalán (¡es un topo!), se le niegue la posibilidad de responder en su idioma materno a una pregunta que se le hace en esa misma lengua.

A estas inconcebibles cotas ha llegado el absurdo odio a todo lo que tenga que ver con Cataluña. A que algo que debiera ser normal (le preguntan en catalán, responde en catalán, punto) se convierta en tabú y se le ¡prohíba! (¿cómo es posible que se le prohíba algo así? ¿cómo será la sumisión a la que somete el Mandril a sus jugadores para que tengan que pedir permiso para hablar en su propio idioma?).

Y luego nos extrañamos de lo que pasa.