Ahí lo tienen. Sigue. Como un demente. Con la espuma en la boca borboteando. Pariendo argumentos y contraargumentos cada vez más espurios, más peregrinos.

Dejemos constancia de sus últimas ocurrencias:

  • Ahora resulta que cuando alguien pregunta algo, como Luis Enrique a Messi, en realidad está dando una orden. (¿?) No me pregunten, yo tampoco puedo explicarlo.
  • Ahora resulta que nadie disfruta con su trabajo. Que nadie disfruta comiendo tampoco, claro está. Chicote es una de las persona más desgraciadas de España cuando le ponen delante un cochinillo.
  •  Ahora resulta que es legítimo obviar las declaraciones de Piqué porque no nos interesan:

    “Los dos [refiriéndose a Luis Enrique y Del Bosque] sabían como estaba y lo que pasaba con mi cadera. Del Bosque creyó que era prudente darme descanso y Luis Enrique decidió hacerme jugar. Mi equipo me necesitaba y así lo entendí. En otras ocasiones también he jugado con dolor cuando la selección me ha necesitado”

  • Ahora resulta que, en contra de lo que dice la FIFA y el COI, la selección catalana es una selección oficial con todas las de la ley. Por supuesto Paquitall sabe más de esto que esos dos organismos. Faltaría.
  • Ahora resulta que hablar sobre un presunto fraude a Hacienda tiene tanto que ver con el independentismo que no es una bomba de humo para disimular la falta de argumentos.
  • Ahora resulta que la RAE no sirve para nada, claro está. Es un conjunto de amiguetes que se reúnen para jugar al Apalabrados.

Y así con todo.