Piqué
Gerard Piqué no tiene principios. Tiene el atrevimiento de jugar en la Selección española sin que se le suban los colores a la cara. Después de haber denostado por activa y por pasiva a España y a sus habitantes, a los que ha llamado de todo y por su orden sin contener la lengua un ápice, el tío va y juega en la selección nacional del país que más odia en este mundo sin inmutarse. La pela es la pela, ya se sabe, y por qué no saltarse los propios principios si el rédito es mayor que el descrédito íntimo.
En la selección española sólo puede jugar un verdadero español. Uno que tenga dos cojones, que diga las cosas como son, que duerma sus buenas siestas, que sude la camiseta y la sienta – sobre todo, que la sienta, ¡joder!; un español de pura cepa, que lleve la sangre que corrió por las venas de veinte generaciones de españoles; un español de toda la vida, uno con el orgullo de serlo. Y Diego Costa.
Claro que tampoco debería extrañarnos todo esto; no es ninguna novedad la absoluta traición de Piqué a sus ideales. ¿Acaso se ha sentido alguna vez zaragozano? No, pero eso no le impidió jugar en el Zaragoza como si tal cosa. ¿Tal vez se creyó inglés, mancuniano para más señas? Tampoco, y los hinchas del Manchester le vieron jugar antes de volver a su querida Cataluña. Mantiene desde entonces un atisbo de amor propio porque sigue jugando en el Barcelona pero que no nos engañe; a la mínima se irá, si le interesa, a jugar a un equipo extranjero e incluso, ¿será de nuevo capaz?, ¡a un club español! ¿Sería posible? Si tanto quiere a Cataluña, ¿por qué no se queda allí para siempre?, ¿cómo es posible que no haya jugado toda la vida allí?
¿Tendrá el valor de veranear en algún lugar de España fuera de su amada comunidad autónoma? A tanto no llegamos: no tenemos noticia de algo así que ya sería el súmmum de la desfachatez. Después de haberse meado y cagado en toda la hispana orografía ¿vendría a solazarse aquí cuando así le conviene?
Poca vergüenza.
Wyoming
El Gran Wyoming no tiene principios. Dice que es de izquierdas y ahí lo tienes, forrado hasta las cejas. Una de sus ocurrencias viene a ser que hay que mejorar la educación pública y sale, siempre que se le presenta la ocasión, en defensa de esta misma educación pública (que si marea verde o rosa o sabe dios de qué color). Lo que no nos explicamos, entonces, es por qué lleva a sus hijos a colegios privados.
Mientras con una mano da lecciones de izquierdismo con la otra se salta a la torera sus tan cacareados principios. ¿Para qué practicar lo que predicas? ¿Para qué dar ejemplo? Eso no sirve para nada, ¿verdad, Monzón? Lo más fácil del mundo es apoyar las causas que más vayan a beneficiar nuestra popularidad pero sin tener que mover un dedo al respecto a la hora de la verdad.
Mucha palabrería hueca la de este showman incapaz de ser consecuente con sus palabras. Si dice que lo mejor que hay en este mundo son los colegios públicos lo lógico sería llevar a los suyos a uno, ¿verdad?
Supongo que este elemento nunca habrá ido a un médico privado porque otra de sus campañas preferidas es la que dice defender la sanidad pública.
De fariseos está el mundo lleno.
Damas y caballeros. El hermano fuckitall viene aquí a hablar de principios… sssschhhh, calma, calma, lo sé; sé lo que estáis pensando. Sé que una persona que vendería a su madre a cambio de una fuente de alimentación nueva no es la más idónea para tratar este tema, pero dejemos eso ahora y sigámosle el juego.
En primer lugar, veo que sigues sin entrar en razón con el tema del independentismo, lo cuál de verdad que no acabo de comprender. Es un tema tan sencillo que hasta el otro día pensaba que no admitía lugar a interpretaciones por parte de nadie, ni siquiera por parte de tu retorcida mente, pero ya veo que no es así. En cualquier caso, aunque sólo sea por the argument’s sake, te voy a poner un ejemplo muy-muy claro.
Verás:
Cristiano Ronaldo es portugués, se siente portugués y por eso juega con… PORTUGAL
Karim Benzema es francés, se siente francés y por eso juega con… FRANCIA
Diego Costa es brasileño, aunque tiene la posibilidad de elegir, y como se siente español juega con… ESPAÑA.
Gerad Piqué es español, aunque tiene la posibilidad de elegir, y como se siente catalán juega con…
CATALUÑno, espera… ¡juega con ESPAÑA!¿Cómo explicamos esto?
Estamos hablando de Gerard Piqué, caballeros, un tío que ha dicho por activa y por pasiva que él es catalán, que se siente catalán, que apoya el independentismo (el cuál considera a España como “EL ENEMIGO”) que se hace fotos el día de la fiesta del independentismo catalán pero que, llegada la hora de decidir con qué selección jugar, para sorpresa mayúscula de todos, elije jugar con España. ¡Con España! ni más ni menos. Lo habéis oído bien, amigos, Gerad Piqué, a pesar de toda su actitud soberanista, no quiere jugar con Cataluña, no, él quiere defender la bandera española. ¡¡¡La bandera del ENEMIGO!!!
Imagínense ustedes por un momento al Sr. William Wallace a lomos de su majestuoso caballo, con los colores de la bandera escocesa pintados en sus mejillas, alentando a sus soldados antes de la batalla, llenándoles los corazones de odio contra el ENEMIGO INGLÉS que amenaza la soberanía escocesa…
Los ejércitos de uno y otro bando están preparados. Los hombres están nerviosos, tienen miedo. Se puede ver en sus miradas. Pero el discurso del gran guerrero escocés les ha levantado el espíritu, porque saben que la causa por la que luchan es noble. Están luchando para defender sus tierras, para defender su orgullo, su patria, su idiosincrasia, sus costumbres, sus estamentos, su lengua, su honor… por defender todo aquello que les une bajo una misma bandera. Los ingleses son los invasores que pretenden arrebatarles esa soberanía, pero liderados por el gran Wyollam Wallace saben que, si mueren, al menos habrán muerto por un ideal digno de ser defendido.
Comienza la batalla. Los escoceses luchan con fiereza, pero la mayor superioridad numérica de los ingleses les va ganando terreno. En el fragor de la batalla resulta difícil distinguir las armaduras de uno y otro ejército, pero todas las miradas buscan al gran soldado escocés, que se abre paso entre las tropas inglesas blandiendo su espada con una mano y su corazón con la otra. Sin embargo, ante la atónita mirada de los que pudieron presenciar el hecho, no eran vidas inglesas las que estaba quitando el gran William Wallace.
Las víctimas de su indomable espada eran escocesas.
Así lo cuentan los juglares en sus cánticos. William Wallace, de madre escocesa y padre escocés; amigo del clan McGregor y el clan McLeod. el “Guardián de Escocia”, como se le conoció, luchó contra su propio pueblo. Traicionó a sus amigos y a sus vecinos. A todos aquellos a lo que alentó a luchar por la independencia de Escocia.
El motivo, dicen, es que los ingleses tenían “más probabilidades de ganar”.
No te quedes ahí que todavía hay más. Piqué odia con todas sus fuerzas a cualquier cosa que tenga que ver con España. Pero a día de hoy Cataluña forma parte de España. ¡Luego Piqué odia con todas sus fuerzas a Cataluña!
Y en su odio desmedido quiere la independencia para que todas las empresas abandonen la región dejando a los catalanes a su suerte. Su plan es perfecto, un hito en la historia de la villanía.
Su siguiente movimiento será seguir jugando mal en la selección.
No entras en razón. Me declaro incapaz de ayudarte.
No puedo comprender, además, tu defensa a ultranza de Piqué, cuyo comportamiento el pasado fin de semana pone de manifiesto claramente la soberbia y la absoluta falta de respeto a la autoridad que tiene este chaval.
https://www.youtube.com/watch?v=cLwHwuphyq8
A nadie le extraña que un tipo así carezca también de los principios más elementales. Todo encaja.
El principio del cristianismo es el perdón. Ahora resulta que no crees en el perdón. Detestas el cristianismo en otro de tus vaivenes pendulares a los que tan acostumbrados nos tienes.
¿Qué será lo siguiente? ¿Defender a Piqué?
No asves ni lo más básico del cristianismo. El principio esencial es el GOL. En concreto, 17 goles en 8 jornadas. Un récord histórico batido después de más de 70 años.
http://www.marca.com/2014/10/18/futbol/equipos/real_madrid/1413651847.html?a=185662c79048c8b76878aac3ddd8c6b7&t=1413661976
Y el principio más básico del otro cristianismo es el AMOR. Amor que Piqué no profesó a unos policías que, simplemente, estaban realizando su trabajo.
¿La blasfemia es tu nuevo tipo de humor? ¿Ahora resulta que vale todo? ¿O sólo vale cuando eres tú el que lo hace?
Esa doble vara de medir es la que te permite criticar el régimen democrático de Venezuela mientras lanzas loas a la dictadura de Hitler.
Acabas de caer en la trampa.
Te puse que Cristiano había metido 17 goles en 8 jornadas y te puse un enlace para que lo comprobaras… pero en el enlace dice que son 15 los goles que ha marcado el portugués en lo que va de Liga, no 17.
Esto demuestra que no lees lo que escribo.
Lo cuál, a su vez, explica que no entres en razón.
Todo empieza a aclararse.
En primer lugar no pusiste que “Cristiano había metido 17 goles” (¿dónde está el vídeo que lo demuestre?). Esa es la primera mentira. La segunda es la de los 17 goles.
Cada comentario tuyo contiene por lo menos una mentira. ¿Cómo voy a andar destapando cada una de ellas? ¡Se me iría la vida en ello!
Me creo que no tengas tiempo. Idear locos argumentos en tu desesperada huida hacia adelante tiene que llevarse gran parte de tu día.