Soy consciente de que, a pesar del garbo entusiasta de fuckitall con respecto a su participación en nuestro ilustre blog, este nuevo post tiene muchas papeletas para quedarse perdido en los archivos de BAXD para siempre, sin haber suscitado ninguna respuesta por parte del resto de los contertulios. Sin embargo, no será porque no lo he intentado, de modo que quisiera poner sobre la mesa un asunto complicado, sobre el que creía tener una opinión bien formada, pero que creo que merece la pena investigar más profundamente.
Allá vamos.
“Nosotras parimos, nosotras decidimos”. Ese es, sin duda, el lema de las manifestaciones pro-abortistas que con frecuencia se están celebrando en nuestro país, a raíz de la presentación del anteproyecto de ley mediante el que se quiere prohibir totalmente el aborto dentro de nuestras fronteras, pudiendo formarse así una de las leyes más restrictivas de Europa a este respecto.
He de decir que, sin haberlo pensado mucho, ese lema siempre me ha parecido correcto y que en ningún caso el Estado (véase: el partido político que esté en ese momento en el poder) debería tener legitimidad para intervenir en un asunto tan personal como el aborto.
Pero… ¿la tiene?
Recientemente he podido tener una charla muy ilustrativa al respecto con un humano que, lógicamente, no formaba parte de esta hermandad (ya que he dicho que se trataba de una charla ilustrativa – no como las que se puede tener con la mente enferma de fuckitall) y mi opinión ha variado.
El “nosotras parimos, nosotras decidimos” suena, como he dicho, muy correcto; suena a algo así como: “yo me he quedado embarazada y seré yo quién decida si quiero seguir adelante con el embarazo. ¡Faltaría más!”. Sin embargo, el problema que le veo es que parece que uno se está refiriendo a algún tipo de objeto, es decir, que suena a algo como: “es mío, y yo decidiré si lo quiero o no lo quiero”.
El problema es que no se trata de un objeto, sino de la concepción de una nueva vida humana, y… ¿puede uno disponer libremente de una vida humana en nuestra sociedad?
Si alguno siente ya la tentación de saltar a yugular acusándome de defender al H&%$jo de pu&%$!!! de Gallardón, por favor, que siga leyendo.
La respuesta a la última pregunta es, tajantemente, que no: en nuestra sociedad, ni en ninguna otra sociedad medianamente civilizada, no se puede disponer libremente de una vida humana. El asesinato está prohibido y perseguido, e incluso el intento de atentar contra la propia vida se castiga. Igualmente, una madre no puede matar a su propio hijo aduciendo que “es mío”, pues estaría cometiendo un filicidio en toda regla. Digo esto para entender que el Estado sí que está (y debe estar, creo yo) legitimado para defender la vida, ya que se entiende que ésta está por encima de la decisión particular de cualquier otra persona, aunque se trate de su madre. En otras palabras: el “nosotras parimos, nosotras decidimos” no se puede traducir en un “lo maté porque era mío”.
Todo entendemos que una madre no puede matar impunemente a su hijo de 5 años, porque así lo haya decidido, ¿no?
¿Y si es un niño de tres años?
¿Y si es de uno?
¿Y de cinco días?
¿Y una semana antes de nacer?
¿Y 2 meses antes de nacer?
Todos entendemos este razonamiento. Así pues, no se discute si unos padrees son, o no, libres de quitarle la vida a su hijo; lo que se discute es cuándo se trata de una vida aquello que estás quitando. Aquí está el “quid” de la cuestión.
La propuesta del PP me parecece una aberración. Pero me parece una aberración por el carácter absoluto que quiere imponer, donde ni siquiera tienen cabida casos de violaciones, y por el tinte pseudo-moral que conlleva. Sin embargo, y en esto es en lo que ha cambiado mi visión del asunto, sí que creo que el Estado debe intervenir en la regulación del aborto en algún momento. El problema es cuándo: ¿a partir de qué momento se considera que un hombre y una mujer dejan de tener libertad para decidir sobre el futuro del óvulo fecundado? ¿Desde el momento en que se fecunda?
Es un tema complicado. Realmente nunca lo había pensado con detenimiento. Yo, como hombre, tengo la libertad de fecundar a una mujer (mediado su consentimiento, claro) pero parece que en algún momento debo necesariamente perder esa libertad de disposición sobre las consecuencias de mis actos… ¿o no?
“Nosotras parimos, nosotras decidimos”. ¿Están diciendo con eso que la mujer es libre para abortar 2 meses antes de nacimiento, si así lo considera apropiado por cualquier razón? Tampoco parece todo aceptable porque supondría un “lo maté porque era mío”.
Es un tema complejo, sin duda. Lo más razonable parece la ley de plazos ( y de supuestos) pero, ¿dónde se traza la línea? ¿A partir de cuándo pierdo mi libertad de decisión? ¿Debo perderla?
Me parece un tema interesante.
Y tú me pareces un gilipollas.
En primer lugar, y si no he entendido mal, con la nueva ley no es que el aborto quede terminantemente prohibido bajo pena de muerte, sino que se vuelve, grosso modo, al modelo anterior, de supuestos en vez de plazos. Es decir, deshacen lo que hizo Zapatero.
A decir verdad (¡a decirla, Paquitall!) no tengo una opinión inquebrantable sobre este asunto, a prueba de fisuras; con lo que dudo mucho que podamos entrar en un debate a muerte (a aborto) como es tradición.
Puedo entender a quien considera el aborto una aberración, si bien no lo comparto. Por resumir algunos puntos:
1. La reducción al absurdo de “¿y si tiene 3 años?”, también se puede llevar al otro extremo: ¿y la masturrbación es asesinato?
2. Mencionas la palabra proabortista. No sé en España pero en USA suelen usar Pro-Choice porque nadie está a favor del aborto en el sentido de que hay que practicarlos más, que se hace poco.
3. De hecho, el aborto es una elección siempre complicada para la madre; nadie lo hace por gusto.
4. La realidad es que el aborto se practica desde siempre. Y una prohibición o restricción abusiva lo único que conseguirá, probablemente, es que los que tengan dinero se vayan al extranjero, donde haya leyes más laxas, y los que no lo tengan lo hagan de forma clandestina.
5. Tengo entendido que la línea roja en el caso de los plazos no está tomada al azar, sino que hay fundamentos científicos o médicos detrás (¿suficientemente válidos?).
Basta por ahora.
Es curioso, pero nadie que conozco (y que lo haya meditado mínimamente, claro está) tiene una opinión inquebrantable sobre este asunto. Realmente es un tema peliagudo.
El Pro Choice quizÁ tenga una connotación más adecuada, sí, pero no deja de llevarnos al mismo punto, que es lo que yo no acabo de tener claro: ¿debe ser la mujer la que decida, o lo debe regular el Estado?
Según he justificado antes, cuando no se trata de un objeto, sino de una vida, de lo que se está tratando, la voluntad individual queda relegada a un segundo plano: ¿estamos de acuerdo en eso?
Yo cada vez veo más claro que sí, que lo debe regular el Estado.
El ejemplo del niño de 3 años no lo utilizo como un absurdo, sino como una exageración para verlo más claramente. Si el asesinato de un niño de 3 años es un extremo y la masturrbación (¿por qué en alemán?) es el otro… ¿dónde está el término medio?
Con la Zapatero’s law, se permitía el aborto hasta las 14 semanas de formación del feto. Según se sabe hoy en día, a las 14 semanas el feto ya tiene rasgos humanos, además de tener formado el cerebro, corazón y todos los demás órganos. ¿Abortar en ese momento no supone, pues, un asesinato? ¿No debería estar, consecuentemente, penalizado?
Legalmente, según el Código Civil vigente en España en el momento en que se escriben estas líneas, el nasciturus existe como concepto, pero el feto no adquiere derechos jurídicos hasta que no ha sido desprendido del seno de la madre. Sin embargo, esto no arroja ninguna luz sobre el asunto que estamos tratando, porque a los efectos que aquí nos interesan, el feto es exactamente igual un minuto antes de nacer que un minuto después; y si un minuto después parece una barbaridad rajarle el cuello con un cuchillo, la misma barbaridad será hacerlo un minuto antes.
Seguimos como estamos.
¿Cuándo, entonces, se debe permitir el aborto?
En mi opinión -siendo, como digo, una opinión en proceso de formación- sólo se podría abortar cuando no se tratase de una vida aquello que se está eliminando. Ahora bien, ¿qué define la vida? Pues casi podríamos decir (y estoy pensando en voz alta) que si se considera a una persona clínicamente muerta cuando su corazón se detiene y exhala el último aliento, en buena lógica podemos decir que la vida comienza cuando el nuevo ser concebido forma su corazón y éste late por vez primera (la respiración, dado el particular modo de gestación del ser humano -esto es, en el agua- no contaría como factor en este caso, entiendo yo).
Pues bien, ¿no sería adecuada como fecha para regular el aborto el momento anterior a que el corazón del embrión comenzase a latir?
Dejo aquí esta línea de pensamiento, y abro otra.
No olvidemos que cuando uno habla del aborto está hablando de un óvulo ya fecundado, es decir, que previamente se ha tenido que producir, necesariamente, una relación sexual (salvo en un caso muy concreto de la historia antigua, aún sin documentar…). Quiero decir con esto que si estamos discutiendo el derecho del Estado a quitarle a una mujer el derecho a decidir sobre el futuro del embrión/feto que lleva en sus entrañas, lo que no se discute es su inalienable derecho a NO tener relaciones sexuales con quien NO desee tenerlas. No lo olvidemos.
Dicho simple y llanamente: si no quieres quedarte embarazada, tienes un amplio abanico de posibilidades para no hacerlo. Los problemas vienen cuando te has quedado embarazada y, a posteriori, decides no seguir adelante con el embarazo.
Insisto en esto porque, aunque evidente, es importante, puesto que a veces parece que con regular el aborto uno está pisoteando los derechos de las mujeres, y no se puede olvidar que el Estado está regulando una situación que sólo se ha producido por el expreso deseo de la persona (salvo casos de violaciones, claro está).
Digo esto para entender aún más que ese “nosotras parimos, nosotras decidimos” me parece cada vez más incorrecto. Tú decides, sí, pero lo que decides es con quién mantienes relaciones sexuales. Una vez las has tenido, has de aceptar las consecuencias de tus actos, porque aquí no se trata de desprenderte de un jersey que ya no te sirve, se trata de decidir el futuro de una vida que has concebido voluntariamente (dejando siempre al margen los casos de violaciones).
Lo dejo aquí de momento, pero insisto en que me parece un tema muy complicado.
También podríamos decir que se considera a una persona muerta cuando su cerebro deja de funcionar NORMALMENTE. Luego tendríamos que marcar como límite para el aborto el momento en el que el cerebro empieza a funcionar de forma normal. En algunos casos, como el tuyo, la interrupción quirúrgica del embarazo podría darse hasta más allá de la semana 1560.
No veo mal tu planteamiento, pero en un estadio de gestación tan avanzado, se corre el riesgo de que esa intervención quirúrgica produzca una interrupción, no ya de la vida misma, sino de la salud mental.
El humano corre un grave riesgo de perder la cordura cuando es sometido a una cirugía tan invasiva, y puede manifestar síntomas preocupantes que indiquen que la operación no ha resultado satisfactoria.
Prohibidas durante El Reinado del Mal (esto es, durante el Gobierno de Zapatero) este tipo de prácticas se llevó a cabo de manera clandestina, y muchas familias llevaron a sus hijos a clínicas de dudosa reputación para practicar lo que posteriormente se conocerían como “abortos cerebrales”.
El resultado fue una legión de personas de apariencia relativamente normal, pero cuyo comportamiento, cuando se estudia detenidamente, se revela como el de una persona que ESTÁ MAL, y que tiene que LLAMAR.
Hemos de tener mucho cuidado con estos sujetos, porque pueden estar en cualquier parte. Tal vez sea un conocido suyo, un amigo, un familiar, una persona normal que llega a casa y se sienta en un sillón relax de puta madre… Si cree usted que puede conocer a una de estas personas, póngase en contacto con nosotros inmediatamente.
p.d.: Camus, espero que intervengas de una vez en esta discusión. BAXD te necesita.