A dios lo que es de dios y al césar lo que es suyo. Si el Ordinal atiza al Papa cuando mete la Pata, es de justicia que, ahora que se enmienda, también se lo reconozcamos.

Hoy, las más grandes persecuciones a la Iglesia no vienen de fuera, sino de los pecados que hay dentro de la propia Iglesia. Es aterrador cómo sufre la Iglesia por esos ataques y esos pecados.

Aunque habrá quien critique esa coda (la de “hay que ver lo que sufre la Iglesia”), chapeau para RacingderSantander. Creo que es de las pocas veces en que se puede decir que un Papa lo ha hecho francamente bien en este asunto y estoy francamente sorprendido. Tal y como dice el artículo: un ejemplo de honestidad intelectual.