Rafa Nadal lleva una progresión meteórica desde que su carrera comenzó a despuntar hace ya unos años, y está demostrando ser un auténtico campeón tanto dentro como fuera de la pista. Su primera posición en el ranking de la ATP prueba mi primera afirmación, y actitudes como esta, prueban la segunda.

Rafa Nadal se cabrea ante la pregunta en catalán de un periodista a Robredo

Rafa Nadal. Un ejemplo a seguir.

Rafa Nadal. Un ejemplo a seguir.

¡Bravo por el español!. En Pekín, a las puertas de toda una competición internacional como son los Juegos Olímpicos, y en una sala de prensa atestada con periodistas acreditados por casi todos los países del mundo, el uso del catalán parecía estar algo fuera de lugar, y así lo hizo notar el campeón español.

Con esta actitud, Rafa Nadal vuelve a dar una lección de elegancia y de saber estar, mostrando de paso una excelente imagen de nuestro país en tierras extranjeras. ¡Y qué importante es que las figuras mediáticas (que son, por ende, imitadas por millones de adolescentes alrededor de todo el planeta) ofrezcan una imagen diligente en sus apariciones públicas!. Lo hace Nadal, lo hace Federer, lo hicieron en su día grandes mitos como Zidane o Indurain y… desgraciadamente, no lo hace Alonso. Desde esta tribuna ya hemos denunciado en numerosas ocasiones la falta de elegancia del piloto español, pero las malas actitudes se pagan, y hoy mismo podemos leer una excelente noticia:

Fernando Alonso ya no es el español más influyente del mundo

Así es. Parece que las salidas de tono del asturiano están empezando a no gustar a los aficionados al deporte, los cuales sólo ofrecen su apoyo al que más y mejor representa los valores que hacen grande a este mundo de sana competición y deportividad.

Quisiera terminar este post citando mis propias palabras, escritas ya hace casi 3 años, pero tan vigentes hoy como lo estaban en su día.

Tú eres un tío humilde que siempre tiene sinceras palabras de agradecimiento y reconocimiento hacia tu público y rivales, y eso desconcierta a aquellos que están acostumbrados a los malos gestos y a las salidas de tono.

¡Sigue así Rafa! ¡Al menos cuentas con mi apoyo!

Pues eso, ¡sigue así, Rafa!