Las declaraciones de Alonso le envuelven en una sucia neblina.

Alonso está envuelto en una sucia neblina.

Hace tan solo tres días les informábamos desde esta tribuna de la renovación del finlandés Heidi Kovalainen por el equipo McLaren (McLaren, señor Serrano, no “MalLaren“), un hecho que no debería haber ofrecido mayor trascendencia.

Pero, como resulta que el corredor español del equipo Renault sufre de incontinencia verbal severa, el asunto ahora empieza a traer cola. Esta vez ha sido el director deportivo del equipo inglés el que ha tenido que salir a la palestra para defender el honor de su escudería y de sus pilotos frente a los ataques que, fuera de contexto, lanza un resentido Fernando Alonso.

Dennis ha dicho esto:

Si habla con cualquier piloto de la historia de McLaren, sólo hay uno que no verifique que este equipo se ha movido siempre en las bases de la igualdad”.

Para después añadir:

“Cuando finalizó el contrato con Fernando hubo condiciones que determinaban el comportamiento de ambas partes después del final del contrato. Nosotros no tenemos intención de romper ese acuerdo. Su opinión es suya y yo no voy a dar mi opinión sobre nada de lo que Fernando Alonso haya hecho o dicho”

¡Claro!. Esta es la respuesta que ofrece una persona educada y elegante frente las salidas de tono de un ex-pupilo resentido. ¡Ni siquiera le hace el desprecio de no hacerle aprecio!

Así pues, alejándonos de teorías conspiratorias carentes de fundamento, todas las pruebas nos vuelven a indicar quién es realmente la mala hierba de la Fórmula 1.

El que tenga ojos, que vea.