Fernando Alonso, el niño mimado de Bernie Ecclestone, ha sido incapaz de aprovecharse del favoritismo que la FIA le sirve en bandeja de plata para ganar el mundial de F1.

Saliendo desde el séptimo puesto de la parrilla, el asturiano fue capaz de remontar un total de cero posiciones durante la carrera, culminando su hazaña con una clasificación final en el octavo puesto. Fernando ha sido hoy más “magic” que nunca.

Alonso derrotado

Eso sí, sus declaraciones, gracias a Dios, se van suavizando con cada nuevo golpe que recibe carrera tras carrera. Esperemos que sus locos seguidores sean capaces de tomar ejemplo, y que se muestren más cautos a la hora de apostar por un caballo perdedor.