Si, si…vamos a ir, pero el precio es acojonante. Ya puede merecer la pena de verdad. Ayer venia un pedazo de reportaje de un par de páginas en EL Mundo, por si os interesa.
Yo paso, la verdad, no me mola nada el tema: dependemos de un cacho de carne y oscuras vísceras para interaccionar con este mundo y nuestra gente y tarde o temprano las células morirán, nuestros fluidos se secarán, y aquí paz y después gloria… o lo que sea, no lo veremos. Me duele demasiado como para encima estar viendo como se divierten cuatro subnormales (o visionarios de su tiempo, como queráis) cortando y modelando con los restos de unos pobres infelices que antes de palmarla y reducirse a material escultórico morboso iban a comprar el pan o escribían en un blog chorradas como esta que acabo de poner yo.
>Botchan: No sé cómo será para ti, pero a mí esta exposición me ofrece la posibilidad de estar más cerca del cuerpo desnudo de una mujer de lo que he estado en mi vida.
Si estaba dispuesta a viajar a Barcelona a verla, aquí claro que iré.
Y contestando a Botchan, que su pensamiento es muy respetable, diré que no es una exposición para ver la decrepitud del cuerpo humano, sino todo lo contrario, poder observar la perfección de nuestro cuerpo, cómo puede funcionar todo tan bien y lo complejos que somos y lo sencillos que parecemos.
En fin, que creo que merece la pena y tendré un recuerdo de mis clases de anatomía con cadáveres que tanto me gustaron.
Oh yes, baby.
Me alegra ver que has estado ahí al pie del cañón. Por mí vamos cuando queráis.
Si, si…vamos a ir, pero el precio es acojonante. Ya puede merecer la pena de verdad. Ayer venia un pedazo de reportaje de un par de páginas en EL Mundo, por si os interesa.
Yo paso, la verdad, no me mola nada el tema: dependemos de un cacho de carne y oscuras vísceras para interaccionar con este mundo y nuestra gente y tarde o temprano las células morirán, nuestros fluidos se secarán, y aquí paz y después gloria… o lo que sea, no lo veremos. Me duele demasiado como para encima estar viendo como se divierten cuatro subnormales (o visionarios de su tiempo, como queráis) cortando y modelando con los restos de unos pobres infelices que antes de palmarla y reducirse a material escultórico morboso iban a comprar el pan o escribían en un blog chorradas como esta que acabo de poner yo.
>Cardinal: Caro es, claro, pero habrá que ir.
>Botchan: No sé cómo será para ti, pero a mí esta exposición me ofrece la posibilidad de estar más cerca del cuerpo desnudo de una mujer de lo que he estado en mi vida.
No puedo dejar pasar este tren.
Si estaba dispuesta a viajar a Barcelona a verla, aquí claro que iré.
Y contestando a Botchan, que su pensamiento es muy respetable, diré que no es una exposición para ver la decrepitud del cuerpo humano, sino todo lo contrario, poder observar la perfección de nuestro cuerpo, cómo puede funcionar todo tan bien y lo complejos que somos y lo sencillos que parecemos.
En fin, que creo que merece la pena y tendré un recuerdo de mis clases de anatomía con cadáveres que tanto me gustaron.