“Uno de los tópicos más en boga en el momento actual en el que el modelo socialista ha sido votado mayoritariamente en nuestra patria es el que predica la igualdad humana. En nombre de la igualdad humana se aprueban cualesquiera normas y sobre las más diversas materias: incompatibilidades, fijación de horarios rígidos, impuestos -cada vez mayores y más progresivos- igualdad de retribuciones…En ellas no se atiende a criterios de eficacia, responsabilidad, capacidad, conocimientos, méritos, iniciativa o habilidad: sólo importa la igualdad. La igualdad humana es el salvoconducto que todo lo permite hacer.
(…) Ya en épocas remotas -existen en este sentido textos del siglo VI antes de Jesucristo- se afirmaba como verdad indiscutible, que la estirpe determina al hombre, tanto en lo físico como en lo psíquico. Y estos conocimientos que el hombre tenia intuitivamente -era un hecho objetivo que los hijos de buena estirpe, superaban a los demás- han sido confirmados más adelante por la ciencia. (…)La desigualdad natural del hombre viene escrita en el código genético, en donde se halla la raíz de todas las desigualdades humanas: en él se nos han transmitido todas nuestras condiciones, desde las físicas: salud, color de ojos, pelo, corpulencia…hasta las llamadas psíquicas, como la inteligencia, predisposición para el arte, el estudio o los negocios. Y buena prueba de esa desigualdad originaria es que salvo el supuesto excepcional de los gemelos univitelinos, nunca ha habido dos personas iguales, ni siquiera dos seres que tuvieran la misma figura o la misma voz.
(…) Por eso, todos los modelos, desde el comunismo radical hasta el socialismo atenuado, que predican la igualdad de riquezas, son radicalmente contrarios a la esencia misma del hombre, a su ser peculiar, a su afán de superación y progreso y por ello, aunque se llamen a si mismos modelos progresistas constituyen un claro atentado al progreso, porque contrarían y suprimen el natural instinto del hombre a desigualarse, que es el que ha enriquecido al mundo y elevado el nivel de vida de los pueblos, que la imposición de esa igualdad relajaría a cotas mínimas al privar a los más hábiles, a los mas capaces, a los mas emprendedores…de esa iniciativa más provechosa para todos que la igualdad en la miseria, que es la única que hasta la fecha de hoy han logrado imponer.”

Mariano Rajoy, EL FARO DE VIGO 4 de Marzo de 1983, a raiz de la publicación de un libro de Luis Moure Mariño. Reproducido en Público el Domingo 28 de Octubre de 2007.

Podemos ver que Mariano ya tenia por aquel entonces escarceos con las teorías pseudocientíficas, y que ya por aquellas épocas se dedicaba a darles eco con inusitado servilismo.

En el mismo diario, Público, y en un artículo dedicado al tema del cuñadísimo, podemos leer sobre una cita de Fraga:

Los hijos de buena familia son más listos y cuando concursan en una oposición tienen más posibilidades de alcanzar el éxito. En una casa de personas prominentes, los hijos salen con más posibilidades.”

El ex ministro de Franco explicaba así una curiosa anormalidad estadística: en Ourense, las oposiciones a la diputación siempre favorecían a los hijos de buena familia. De buena familia popular, se entiende.