¿Quién decía que el suicidio no podía ser una decisión racional? Ahí tenemos el ejemplo de un niño de diez años que se suicidó porque sus padres le castigaron sin poder jugar al ordenador.

Ahí está. El joven valoró las opciones y se decantó por la que consideró más oportuna para él. Y así hay muchos otros casos. Yo ya no sé cuántos ejemplos más queréis.

¿A alguien más le resuena Jeremy, de Pearl Jam, en la cabeza?