Como imagino que el enigmático título del post es completamente indistinguible de los kanjis japoneses y un misterio mayor que los jeroglíficos egipcios, lo tendré que traducir (con la ayuda, claro está, de La Profesora De Inglés De Paquito):

¡Buen viaje!

Aunque la situación requeriría un panegírico laudatorio, mi estado febril me impide siquiera pergeñar un bosquejo. Y sí, en mi caso, la fiebre es auténtica; no me la invento, como harías tú, Paquito.

Pero así nos ahorramos las ñoñerías impropias de hombres, como pueden ser los “te echaremos de menos” o los “escribe cuando puedas” o los “¿me pido tiramisú?”. Puede que las despedidas sean ma sinceras cuanto más escuetas, como demuestran año tras año los de Gran Hermano o los de Operación Triunfo. Así pues, adiós. Disfruta de la experiencia.

¡Qué a gusto nos vamos a quedar!