A destiempo y mal, lo admito, pero aquí estoy, de todos modos, para cumplir con el ineludible rigor de una tradición descabalada: la de felicitar ¿todos? los años las Navidades y, ya si eso, el año nuevo.

Este año ya pasado el blog ha sido menos mío y así se ha podido ver cómo Paquitall resurgía milagrosamente de sus cenizas con una prolífica producción de posts demenciales y carentes de cualquier atisbo de razonamiento. Y, lo que es más, ¡incluso nos hemos tropezado con algún post del Ordinal!

Los DOS objetivos para el año recién salido del horno son, pues, claros. A saber:

  1. Mantener la progresión ascendente del Ordinal en el número de entradas.
  2. Atraer de nuevo a Botchan y Camus para que al menos comenten o, lo que ya sería el acabose, se desmarquen con algún post.
  3. Intentar que Paquitall escriba menos en el blog. O, por lo menos, que lo que escriba tenga algún sentido.
  4. Conquistar el mundo.

Queda así inaugurado el año 2015 en est blog. Que ustedes lo pasen bien y tengan un buen año.