January 4, 2011
Al final, fíjate tú, no hemos hablado de la que es una de las grandes (y esperadísimas) novedades del nuevo año: la ley del sentido común.
Enhorabuena a todos los afectados.
Al final, fíjate tú, no hemos hablado de la que es una de las grandes (y esperadísimas) novedades del nuevo año: la ley del sentido común.
Enhorabuena a todos los afectados.
Ahora a por las discotecas y conciertos por sus molestos decibelios.
¡Es la guerra!
La única guerra que hay abierta aquí es la tuya contra el sentido común, y te acaban de meter un golazo por toda la escuadra.
Supongo que ese sentido común del que tanto alardeas es el mismo que te impide distinguir una guerra de un partido de fútbol. Y así nos va.
Aparte de la gilipollez no has aportado absolutamente nada.
Ah, ¿es que tu comentario pretendía iniciar una conversación seria?
Si yo quiero salir un día, tengo muchas opciones, en función de lo que me apetezca: puedo ir a escuchar jazz a un sitio tranquilo, puedo ir a cenar a un restaurante cualquiera a tomarme un asado o puedo meterme en una discoteca a desmadrarme. Entre el abanico de opciones, yo elijo la que más me apetezca en ese momento. Sin embargo, todas esas opciones (y cualquier otra) tienen el mismo mínimo denominador común: que allá donde vayas vas a tener que respirar el humo de los que están fumando. El tabaco es un elemento totalmente independiente del lugar al que vayas; no tiene nada que ver con el fin o actividad principal o secundaria del local que sea y se asume (¡asumía!) como un daño colateral.
Ahora bien, una discoteca es un lugar que ofrece un ocio muy concreto, y el que quiere va, y el que no, no. ¿Por qué lo vas a cerrar? El volumen escandaloso de la música no es un elemento accesorio e independiente, sino que forma parte del fin para el que se abrió ese local. Si no te gusta ese tipo de ocio, no vayas, ¿quién te obliga? Si quieres bailar tienes otros muchos sitios que ofrecen la misma música pero no tan alta, y lo mismo si quieres ligar o sólo tomarte una copa.
No me parece que hayas buscado un ejemplo muy relevante.
Al contrario. El ejemplo es muy bueno.
Si resulta que los que no fuman son más (como parece ser la tendencia) la presión que pueden ejercer es mucho mayor que la de los fumadores. No hay (había) demasiados sitios para no fumadores porque éstos no lo demandaban (entiéndeme, tal vez no hacían lo suficiente). En un mercado libre, donde hay un nicho, hay un empresario que se aprovecha.
Es decir, que si los que no fumáis dejáis claro que no vais a ir a sitios de fumadores, se acabarán abriendo los pertinentes locales en los que no puedan entrar los fumadores; se abrirán porque hay mercado, hay oferta, habrá mucha gente que quiera ir a esos sitios. Ley de la oferta y la demanda.
Los bares cierran, generalmente, en Madrid, a las 3 de la mañana. De lo poco que hay abierto son discotecas. Pero me molesta el ruido (y es perjudicial para la salud), luego que eliminen la música.
Pues no, me jodo y me voy a casa, o bien voy a alguno de los pocos sitios donde la música no es atronadora pero se les permite estar abiertos a esas horas (y lo están porque hay público, clientes, que lo demandan, que lo quieren).
Si en todos los sitios se fuma, no vayas a ellos y ya abrirán sitios donde no se pueda fumar. Pero no impongas tu criterio.
De modo que, si en todos los sitios se fuma, la solución pasa porque impedir a los no fumadores que disfruten del ocio al que sí tienen acceso los fumadores, con la esperanza de que se abran nuevos locales para aquellos, ¿no es eso?. De lo contrario, ¡los no fumadores estarían imponiendo su criterio!
Siguiendo el mismo “razonamiento”, entiendo que pensarás que si en Colombia se contratan a sicarios para matar a los adversarios políticos, la solución será… no emprender la carrera política, claro, para evitar que los que quieran competir lícitamente impongan su criterio.
A veces me cuesta creer que estés hablando en serio.
Según yo lo veo, el factor clave aquí es la finalidad del local, que es lo que he dicho antes. Si tú creas un club privado con la finalidad principal de reunirse para fumar, no veo que nadie tenga derecho a prohibirlo. Sencillamente, si no te gusta fumar, no te hagas socio de ese club. Nadie te obliga a hacerlo, ni tus derechos han sido coartados por ello.
Ahora bien, lo que aquí tenemos es un local que ofrece bebidas, música en directo (o no) mesas de billar, dianas para lanzar dardos o retransmisiones de eventos deportivos, entre otras cosas, y lo que tú me estás diciendo es que yo no puedo ir a ese sitio porque a ti, a la vez que juegas al billar o ves el boxeo, te apetece fumar. Entonces es cuando yo te digo: “no, mire usted, aquí hemos venido los dos a ver el combate; si usted, además, quiere fumar, haga el favor de salirse fuera, porque el humo que usted exhala contiene sustancias tóxicas que merman mi salud, y usted no tiene derecho alguno ni a exponerme a ese riesgo ni a impedir que vea el combate”.
Piensa bien quién es el que quiere imponer su criterio.
Yo sí que no me creo que hables en serio con el estúpido ejemplo de los sicarios.
Yo no impongo mi criterio. Yo fumaré en aquellos sitios en los que el dueño lo permita. No donde yo quiera. Y si el dueño quiere permitir que en su bar se fume, eres tú el que le impide ejercer esa opción a decidir. Si resulta que ningún bar quiere que entren fumadores, me aguantaré y será lo justo. O esperaré a que otro abra un bar donde sí se pueda. Es lo que se llama libertad de decidir.
Supongo que si se se crean clubs de fumadores y allí se pone tele y bebidas y música (cosa que, a día de hoy, al parecer tampoco se puede)… acabarías por prohíbirlo igual.
Aunque lo parezca, no somos el Cardinal y yo los que te quitamos la razón, fuckitall, eres tú mismo en tu lucha contra el sentido común.
Creo que te equivocas radicalmente cuando dices que te sometes a la voluntad del dueño del bar. Es que, vamos a ver, el dueño del bar pondrá la música que más le guste, lo decorará como él quiera y servirá las bebidas que le vengan en gana, que para eso es su local; pero no es quien para decidir sobre la salud de nadie.
La ley anti-tabaco prohibe fumar en los lugares públicos, ojo, nadie te prohibe fumar en tu casa ni en tu “club de amigos del tabaco” (faltaría más). Lo que pasa es que tú pretendes que todos los centros de ocio existentes actualmente tengan la consideración de centros privados, para así poder restringir el acceso a todos los que no quieran respirar humo. No señor, no se trata de considerar los lugares públicos como lugares privados, se trata de que todos aquellos lugares a los que cualquiera pueda acceder estén libres de humo, para así respetar el derecho esencial de preservar la salud propia.
La salud es un bien esencial, mientras que fumar es un capricho; por eso, cuando se ponen ambos pesos sobre la balanza, ésta se inclina claramente sobre el lado que protege el bien esencial.
Joder, sabía q el blog acabaría siendo util…hemos sido los primeros en dar la noticia de que el ruido mata…que causa cancer!!! A no, perdona, que no es verdad, que el ruido no es comparable al tabaco…que las estadísticas y los estudios demuestran que no tienen nada, que ver…
Por otro lado, para nada es está mal tener a un empleado chupando humo 8 horas al día aunque no le guste o no sea fumador. Para algo paga el empresario parte de la seguridad social. Y si o le gusta que lo diga, que le harán caso, o que se busque curro en un sitio en el que no se fume, que los hay a patadas (los trabajos y los sitios).
España es especial. No voy a ser pecar de inocente y decir que en otros paises ha sido una transición tranquila, pero lo que está claro es que nuestra proberbial mala educación y nuestra proberbial picaresca complican el tema más que en otros lugares. Y eso no se reduce a la gente de a pie, sino que inlcluye a políticos (León de la Riva), escritores (Perez Reverte), que comparan la nueva ley con el holocausto.
La demagogia al poder, señores…y la mala educación.
Amos aer si ponemos un poco de sentido común del que tanto habla paquitall. Ante este tema mi postura no es radical en contra de la ley. La ley no me parece nazi. Es más, me parece razonable en el sentido más literal de la palabra. En el fondo no hace otra cosa que lo que ya se ha venido haciendo desde hace mucho con la prohibición de fumar en otros sitios (aviones, cines…), a lo cual ya estamos más que acostumbrados.
Fumar puede ser perjudicial para la salud, pero también es, reconozcámoslo, un gesto social, ampliamente aceptado por todo el mundo. No es como matar a nadie con una pistola (tal y como propone paquitall más arriba). Es unánimemente aceptado que cada cual decida o no fumar, sea o no perjudicial.
Puedo entender, por tanto, las razones que ponen a un bar en la situación de lugar público al que puede acceder todo el mundo y por tanto se intenta proteger la salud de todos los que accedan a él. Lo entiendo pero sigo pensando que había una solución mucho más transigente con unos y con otros. Fumar es un capricho, al igual que lo es tomarse un café o una cerveza en un bar. Nadie tiene por qué ir a uno. Al igual que nadie tiene por qué ir a una discoteca. El ejemplo de la discoteca es bueno precisamente por el enconamiento con el que niegas los parecidos entre ambas situaciones. Y sí, ordinal, no es lo mismo un cáncer de pulmón que quedarse sordo, pero reconoce que es perjudicial. En ninguna empresa se toleraría trabajar con altas dosis de ruido innecesarias. Y no, no es una falacia, es un intento de que veais, a través de ese ejemplo (ejemplo bueno, vista la reacción; podríais haber dicho: “pues sí, también, que quiten la música alta”) la otra postura.
Es decir, cedamos en lo más: no se puede fumar en todos lados y hay que proteger a los trabajadores. De acuerdo hasta ahí. Lo único que digo es que no habría pasado nada si se dejara decidir a los negocios llevados por una sola persona si permite o no fumar en SU negocio. Al fin y al cabo se permite fumar fuera de él. Si ya no estamos protegiendo al trabajador, ¿a quién se protege? ¿Al que entra en el bar? Nadie le obliga a entrar.
Con una ley un poco más permisiva se podría realizar una convivencia más razonable y pacífica para mi gusto. La gran mayoría de sitios serían de no fumadores (cosa que, insisto, creo que podría haberse conseguido sin leyes, simplemente usando las reglas económicas del mercado) pero los fumadores, a su vez, tendrían sus propios lugares donde poder fumarse un cigarro y tomar un café. ¿Es tan difícil de entender que esa opción deja más libertad para ambos?
Dichosos los ojos…
Por partes:
1) Fumar mata: no sé si quedó claro o no, pero con el ejemplo del sicario no pretendía decir que respirar humo era lo mismo que recibir un disparo. Quería decir, de manera exagerada, que si alguien está actuando “en contra de la ley”, la solución no pasa porque los demás se adapten a ello, sino por regular la conducta del infractor. Me parece muy bien que, a principios del siglo XXI, fumar sea aún un gesto socialmente aceptado por la sociedad, pero eso no deja de ser más que una simple anécdota. Nunca puede suponer un obstáculo para que su consumo se regule cuando se ha descubierto que sus efectos son altamente nocivos.
2) El café o la cerveza son un capricho: Sí que lo son, sí. Esencialmente, todo lo que no sea imprescindible puede ser considerado como un capricho. Ahora bien, la diferencia es clara, y bien la sabes: el café no afecta (si es que afecta) a nadie más que al que lo toma. Además, insisto, el tabaco es un elemento accesorio, es algo que “te traes puesto de casa”, como quien dice, y que lo llevas a cualquier parte. Algo que haces “además de”. El tabaco no viene en las cartas de los restaurantes, no es un combinado especial que ofrece ese bar ni es aquello por lo que pagas una entrada. Es un elemento accesorio y, y aquí está el problema, nocivo para la salud, por lo tanto, su consumo se regula cuando hay terceras personas implicadas.
3) Las discotecas: Éstas son comparables a los clubs de fumadores. Si tú abres un local cuyo objeto social fuere: “el consumo de tabaco y/o demás sustancias tóxicas legalmente permitidas”, adelante con ello. Yo lo que haré será no hacerme socio, pero me parece francamente bien que lo hagas y que la gente acuda en masa. Y si alguien quiere echar su CV para trabajar en tu local, adelante también, yo no soy quién para impedírselo.
Las discotecas son algo parecido. Si la gente quiere ir a reventarse los oídos, adelante, puesto que ese es, en mayor o menor medida, la razón de ser de ese local. Prohibir el volumen de las discotecas sería como prohibir el consumo de tabaco (de la misma forma que se prohíbe la cocaína). Pero ese sería otro debate.
Si a las 4 de la mañana el único sitio donde me puedo tomar un café es un club de fumadores, pues iré o no iré, pero eso no es motivo para decir “¡qué prohiban fumar en todos los clubs de fumadores, que son las 4:30 y me quiero tomar un café!”. No, te aguantas, has tenido todo el día para tomarte un café donde te ha dado la gana.
En serio, no veo que sea lo mismo para nada.
4) Ley más permisiva: Ya he comentado en alguna ocasión que lo más razonable me parecía la medida de crear zonas de fumadores dentro de los locales, para así dar la opción a que cada cual hiciese lo que quisiera. Sin embargo, esa medida se encontró con muchas dificultades, algunas puramente logísiticas y otras, más delicadas, como el tema de las personas que tienen que pasar su jornada laboral respirando humo (situación que, por cierto, yo mismo tuve que sufrir durante bastante tiempo), con lo que se descartó.
¿Qué debe ocurrir en los bares donde el dueño es el único trabajador? Pues no es tan sencillo. A primera vista se puede decir que sí, que se fume si él quiere y que acudan sólo los que quieran respirar humo, pero hay que mirar toda la problemática en su conjunto. ¿Y si es el único bar del pueblo? ¿le vas a coartar a los no fumadores su derecho a ir a ver el partido de fútbol al único bar donde lo echan? ¿Y si cambia de dueño? ¿Debe obligar a los asistentes a que se registren como socios dando datos personales?
La ley regula supuestos generales, no casos específicos. Para eso están los jueces.
5) Los dueños de los bares: Una última nota, aunque sea telegráfica, y ya lo dejo.
Tener un bar no es como tener una casa. Para abrirlo necesitas una licencia, y debes cumplir con multitud de regulaciones impuestas por un Estado democrático y paternalista (esto sería otro debate). No vale el argumento de “este es mi bar y en él hago lo que quiera”. No puedes, por ejemplo, servir bebidas alcohólicas a menores de edad o vender sustancias ilícitas. A ti se te concede una licencia para ofrecer un determinado servicio, y ese servicio está por encima de ti.
Anexo I
De pie en la cocina de mi casa, dando buena cuenta de una bolsa de los llamados “drakis”, se me ha ocurrido un ejemplo que creo que es francamente similar al del dueño del bar cuyo único trabajador es él mismo: es el caso del taxista.
Su taxi es suyo, es su lugar de trabajo, y él es el único trabajador. Ahora bien, ¿se le debe permitir fumar?
Yo creo que no, porque este señor está ofreciendo un servicio público, y los clientes que quieran contratar sus servicios no tienen por qué ver perjudicada su salud por ello. La clave aquí es el carácter de “servicio público” que tiene el taxista, al cual, al igual que ocurre en el caso del dueño del bar, se le concede una licencia para ofrecer ese servicio.
¿Tendría derecho el taxista a decir: “mire, suba si quiere, pero yo voy a fumar… y con las ventanillas bajadas, que hace frío. Si no le gusta, cójase otro taxi”?
¿Y si no hay otro taxi? ¿Puede el Estado permitir esa merma en la calidad de sus servicios públicos? (porque, recordemos, son servicios que ofrece el Estado y que regula el Estado, no los dueños) ¿Tendría el no fumador que renunciar al taxi y utilizar el autobús? ¿Habría que establecer taxis para fumadores y taxis para no fumadores?
Yo ahora lo veo más claro: si es público, prima el bien común, no el capricho individual.
A ver…el caso de los taxis, que me parece traido un poco por los pelos, está ya regulado, igual que el de un profesor de autoescuela (creo). El profesor de autoescuela no puede fumar no porque vaya con un alumno, sino porque se considera que el coche es su centro de trabajo , con lo que al estar prohibido fumar en el centro de trabajo ya no puede. Entiendo que el taxista está en esta misma situación y que los bares se dejaron fuera por ser establecimientos de ocio o como sea que se denominaran en la ley.
Sobre lo de los bares regidos por una sola persona el ejemplo de Paquitall me parece correcto: estaríamos yendo a tener que ver caso por caso, con lo que esto conllevaría no sólo a nivel administrativo (tiempo=gasto), sino también a nivel decisional (e.g. de Paquitall). Al final se convertiría en una solución mala.
Dios me libre de decir que el sonido no es malo, pero que quieres que te diga…prefiero que el médico me diga que tengo un escotoma (que?!…Escotoma!) que un cancer de pulmón. Y sigo diciendo…que yo me destroce los oidos con un Ipod (TM) al lado de un tio en un bar no va a hacer que el que desarrolle escotoma sea él.
Los coches…la industria del automovil no es una industria a la que quiera defender y ha hecho lo que le ha salido de los santos cojones durante muchos años, pero al menos está metida en investigaciones para buscar soluciones menos contaminantes que todos conocemos: biocombustibles,coche eléctrico, catalizadores…que yo sepa (y si no es así sería interesante saberlo) la industria del tabaco vive sabiendo que su producto es como es (no sólo cancerígeno, también adictivo por su efecto sobre los receptores neuronales) y desde que yo yengo uso de razón los cigarrillos siguen heciendose de la misma manera.
Y finamente sólo decir que para mi sólo hay una gran cagada y un error en toda está ley, y este es que en su momento no se quisieran hacer las cosas bien y se quedaran a medias, lo que hizo que muchos locales reformaran, aunque fuera de manera ridícula, gastándose una pasta en algunos casos, y que ahora esas mismas reformas no valgan. Si yo fuera dueño de un bar, a pesar de estar a favor de la ley, reclamaría daños y perjuicios.
En primer lugar, sigo el complejísimo sistema de apartados de paquitall:
1) Creo que este apartado no aporta demasiado. Todos partimos del hecho de que fumar es perjudicial y nocivo. También, creo, coincidiremos en que está bastante regulado su uso (si obviamos el tema de discusión).
2) No pretendía comparar el tabaco con el café cuando he dicho que un café es “un capricho”. Lo que venía a decir es que tomarse un café o una copa no es algo de primera necesidad. No es algo que “necesariamente” tenga que hacer todo el mundo. Pertenece al ámbito del ocio, de lo accesorio. No es lo mismo, en mi opinión, que por ejemplo, el transporte (con lo que entraríamos en el tema de los taxis, por ejemplo). Por otra parte, el tabaco, como bien sabes, también se vende en los bares y es innegable que, aunque ciertamente se lleve “puesto de casa”, el acto de fumar es un acto social que se da especialmente en los bares. Está íntimamente ligado a ello como lo está el tomarse una cerveza. Puede que tú no bebas cerveza, pero es algo “normal” y una actividad bastante propia de este tipo de lugares. Luego no estoy del todo de acuerdo en que es algo “además de”. O puede serlo, pero al igual que lo es tomarse una cerveza; me refiero a que los bares suelen ser un centro de reunión social, y tanto la cerveza como el tabaco son accesorios a esa reunión. No sé si me explico.
3) No, las discotecas no son comparables a un club de fumadores. En un club de fumadores no puede trabajar nadie, tiene que tener asociados y, por lo que he leído hace poco, ni siquiera se puede vender alcohol para su consumo en el local. Todo tu primer párrafo del punto 3 parece darme la razón, sólo que cambia “club de fumador” por “bar para fumadores”.
Además, te olvidas de que en las discotecas también hay trabajadores. Si tu argumento es “que ya sabes lo que hay”, también valdría para un bar en el que se permite fumar.
Y ¡ojo! yo no hablo de prohibir la música alta. Puedes escucharla en tu casa con unos cascos.
4) Las leyes regulan casos generales, pero como bien sabes, las leyes tienen mil recovecos y excepciones.
Lo que me choca muchísimo es lo de “el derecho a ver un partido de fútbol”. No sabía que existía ese derecho y que estuviera protegido.
Tampoco entiendo lo de que den sus datos. Eso sería en el caso de que fuera un club de fumadores y no un bar, ¿no?
5) Completamente de acuerdo. Es por eso mismo que no coincido con los que acusan al gobierno de dictatorial y nazi. Puedes estar o no de acuerdo con la ley, pero normas como esta (que regulen una actividad económica) hay miles y ampliamente aceptadas.
Me sorprende un poco, sin embargo, que ese mismo argumento no te convenció con el tema de rotular en catalán, en el que, creo recordar, te parecía un ataque a la libertad. Corrígeme si me equivoco que ha pasado mucho tiempo y no me apetece revisar post antiguos.
Para @cardinal:
Bares de una sola persona: no habría que ver caso por caso. El dueño decide si se puede fumar o no. Se hace un registro de bares en esa situación y ya está. No creo que sea tan tan complicado.
Ya he dicho que no es lo mismo un cáncer que quedarse sordo. Pero sigue siendo algo nocivo. Y no, escuchar música en un ipod no perjudica al de al lado. Pero que pongan música a tope en un local te afecta quieras o no. Y también tienen trabajadores las discotecas. No es el mismo caso, es evidente, pero hay similitudes suficientes, a mi parecer, para regularlo igualmente. Pero no, no es que quiera que se regule. Lo que quiero, como digo, es ver por qué ese caso os parecería mal y que entendáis que lo mismo me ocurre a mí con el que nos ocupa.
Sobre lo de quedarse a medias, tampoco estoy de acuerdo contigo. Aparte de que, según tengo entendido, hubo subvenciones para habilitar las dos zonas, si una ley cambia y no en el sentido que te interesa, pues te jodes. Es una putada, y si se puede compensar, mejor, pero es un riesgo añadido a cualquier negocio: que las leyes cambien.
Intentaré resultar menos complejo en mi exposición de temas, no vaya a ser que alguien se nos pierda.
Puedo entender perfectamente lo que dices del tabaco y los bares. Sí, efectivamente, fumar es un acto social, y durante años ha sido algo generalmente aceptado (si bien cada vez lo es menos).
Ahora bien, al margen de la accesoriedad del tabaco (algo con lo que, realmente, no se puede estar muy en desacuerdo) hay otro elemento muy importante que no había sacado a colación hasta ahora, y es que el tabaco es algo más que un capricho o un simple placer, es una adicción (*); y si antes dije que la salud pública está por encima del simple capricho, con razón de más lo estará por encima de la adicción a una sustancia tóxica.
Son los adictos los que se han de amoldar al organigrama jurídico, no al revés.
Más cosas:
Discotecas: sigo sin compartir tu punto de vista. Entre otras cosas, las dicotecas no son comparables a los bares por otro simple hecho: ¿cuántas discotecas hay en Madrid, en comparación con el número de bares? y ¿qué horario tienen unas y otros?
Ya lo he dicho alguna vez, pero las discotecas suponen una rama muy concreta dentro de un sector amplísimo. La persona que no “puede” trabajar en una discoteca porque quiere preservar sus oídos, tiene aún infinitas opciones parar trabajar dentro del sector de la hostelería. No veo que sus derechos hayan sido desproporcionadamente ultrajados por ello.
Piensa, en cambio, todo aquello de lo que se debería privar la persona que no esté dispuesta a ver mermada su salud debido a la inhalación del humo del tabaco, si es que éste estuviese permitido (ah, parece que fue ayer cuando lo estaba…)
Sinceramente, me parece muy evidente que el consumo del tabaco debe quedar reducido al ámbito privado, a los espacios abiertos y a las “asociaciones de amigos del tabaco”.
Rotular en catalán: sinceramente, la verdad es que no me acuerdo. Si me refrescas la memoria, lo discutimos otra vez.
——————-
(*) Más allá de lo que opinemos a nivel personal tanto tú, como el Cardinal o como yo sobre este tema, creo que el carácter de “adicción” del tabaco es algo irrefutable, de modo que no me explayaré en este punto salvo que quieras rebatirlo.
Anexo II – Taxis y únicos dueños
@ Cardinal: hasta donde yo sé, en el taxi no está permitido fumar, no tanto porque sea un lugar de trabajo, sino porque está “abierto al público”. Ocurre lo mismo en los despachos de abogados donde el dueño es el único trabajador. O mucho me equivoco, o la ley le permite fumar en su despacho, siempre y cuando no reciba a clientes, en cuyo caso quedaría prohibido.
Vemos que la ratio legis es clara: cualquier local o servicio público debe permanecer libre de humo.
@ Fuckitall: no se trata de que “ver el partido de fútbol” sea un derecho protegido, se trata de la consideración de público, o no, del local.
¿Estás a favor de la prohibición de fumar en los cines? Por favor, dame una respuesta, porque tu explicación sería muy relevante para esta discusión.
Qué habría que hacer, ¿cines para fumadores y otros para no fumadores?, ¿aviones para fumadores y otros para no fumadores?, ¿bares para fumadores y bares para no fumadores?
No señor, ahí es cuando digo que la ley no se puede amoldar a la adicción de un sector de la población a una sustancia nociva para terceros.
@paquito: Hasta donde yo se…hasta donde yo se…de ti espero las citas de las leyes!!!
¡Pues aquí las tienes!
Por si alguien tiene la curiosidad de echarle un vistazo, estamos hablando de la Ley 42/2010 de 30 de diciembre, que modifica la ley 28/2005 de 26 de diciembre.
Desde aquella ley del 2005 han pasado 6 años. 6 años para poder leer lo siguiente:
Artículo 7.- Se prohíbe fumar, además de en aquellos lugares o espacios definidos en la normativa de las Comunidades Autónomas, en:
…
…
u. Bares, restaurantes y demás establecimientos de restauración cerrados.
…
x. En todos los demás espacios cerrados de uso público o colectivo.
No menciona expresamente el caso de los taxis, pero el artículo 7.u deja poco lugar a la improvisación: “espacios cerrados de uso publico o colectivo”. Lo que veníamos diciendo, vaya.
Por último, y como ya mencionaba de pasada el hermano fuckitall, es interesante también leer la Disposición adicional novena, que dice así:
Ya puestos, conviene también resaltar algo muy importante y que está siendo objeto de esta discusión, y es la definicón legal de “espacios de uso público”.
Artículo 2 – Espacios de uso público: lugares accesibles al público en general o lugares de uso colectivo, con independencia de su titularidad pública o privada. En cualquier caso, se consideran espacios de uso público los vehículos de transporte público o colectivo.
¿La consulta ya está?
Fuckitall parece que se ha quedado sin argumentos (lógico, por otra parte) de modo que, como decía en el post: enhorabuena a todos los afectados.
El sentido común se impone.