La coña podría deberse al tema culinario o al curso en que se debió de quedar el periodista de la SER que ha conseguido una de las exclusivas más interesantes de “El puente del estado de alarma”: los controladores aereos comen.

Aparentemente, al periodista le disgustan dos cosas, a saber:

1- No comen menu del día (los muy hijosdeputa).

2- Nadie se ha acercado a partirles la cara.

Notese la gran capacidad del descendiente de Larra al calibrar con ojo acertado que los controladores “recuperan fuerzas con una cerveza”. Esto viene a desmentir algunas informaciones que confirmaban que los controladores bebían sangre de recien nacidos.

Independientemente de discusiones sobre la idoneidad de la actuación de los controladores como ya hemos discutido, sigo diciendo que con este tipo de periodismo España en general va derecha al hoyo.