Para Rafa, ganar el Open de Australia “es un sueño”. Para los aficionados al deporte y al talento, una alegría. Para Fuckitall, una espinita que se clava más hondo en su orgullo al ver cómo sí es posible que exista un gran campeón que demuestre su grandeza tanto dentro como fuera de las pistas.

Pero tú no te preocupes, Rafa, que todavía quedamos algunos que sí que sabemos apreciar el valor que tiene ganar con autoridad, pero con humildad. ¡Enhorabuena!

Rafa Nadal vuelve a morderle a Fuckitall en los huevos

Rafa Nadal vuelve a demostrar que no hay que ser soberbio para ser el número 1