Ay….. ¡qué puedo decir! El destape de una cerrazón ha llegado por fin a su punto culminante.

Lewis Hamilton, el campeón del mundo más joven de la historia de la F1, ha tapado muchas bocas este año.

Lewis Hamilton, el campeón del mundo más joven de la historia de la F1, ha tapado muchas bocas este año.

Lewis Hamilton se ha consagrado hoy como el piloto más joven de la historia en ganar un mundial de F1, demostrando que su brillante rendimiento del año pasado no fue un espejismo, y demostrando también que la confianza que depositaron en él los mandamases de McLaren fue un rotundo acierto. La escudería inglesa decidió entonces apostar por un corredor joven y poco problemático que mostraba una increíble proyección en la F1, y el tiempo les ha dado la razón.

Y el negro ha ganado como ganan los ganadores, es decir, adelantando en carrera al rival que se interponía entre él y el título que tanto ansiaba. ¡Así es como ganan los verdaderos campeones!. No por los deméritos de los demás.

Ah…. el sabor de la victoria es dulce. Pero no el de la victoria de Hamilton, que también, ¡sino el de la victoria de la razón!