Porque eso es lo que es, una buena noticia, que la Audiencia admita a trámite una querella contra el presidente de la AVT, José Alcaraz, por injurias al Gobierno.
Ya dije en su día que algo así habría que hacer. Espero con toda mi alma que esa querella progrese y que le condenen. A lo mejor entonces se le acaban las ganas de calumniar e injuriar sin pruebas, como un perro de presa del PP, que es lo que parece que es. Aunque últimamente está muy calladito (o eso me parece a mí), eso hay que reconocérselo.
l habla de cobardía por parte de los que le han puesto la querella. Se cree, o se creía, por encima de la ley. Que podía declarar lo que le viniera en gana con total impunidad. Eso se ha acabado. Con un poco de suerte sirve para que se piense dos veces lo que va a decir.
Por otra parte, el Gobierno recusará a dos magistrados conservadores del Tribunal Constitucional. Si soy sincero, no entiendo muy bien todo el jaleo que hay montado en torno a ese asunto. Parece que la preponderancia de jueces conservadores o progresistas dentro de su seno está en juego. De ello puede depender que se echen abajo algunas reformas como los matrimonios entre homosexuales o el Estatuto catalán. Eso sí lo comprendo, pero no así ese juego de recusaciones de unos a otros, de abstenciones estratégicas, de follones raros.
Pero no es a eso a lo que iba. Escribe El País debajo del título:
De ser aceptada esta recusión, el recurso del PP contra la reforma del tribunal será examinada por una mayoría de corte progresista.- Se trata de la primera vez en la historia que un Ejecutivo toma una decisión así
Señores de El País: recusación, no recusión.