April 2, 2006
Podemos leer en El pais
“El Albert Park de Melbourne ha sido testigo de una lección de madurez de Alonso, otra más. El asturiano se sobrepuso a los avatares de una carrera en la que la bandera amarilla ondeó tres veces por los espectaculares accidentes de Christian Klien (Red Bull) y los ferraris de Felipe Massa y Michael Schumacher, entre otros.”
No es lo mismo, no. Es mejor.
Mientras los bocazas metepatas huyen del país, Alonso, ajeno a su maledicencia y a su envidia, les vuelve a dar otra lección de cómo ser un verdadero campeón.