¿Qué se puede esperar de alguien cuya afición a comer pollas sólo es superada por lo bien que se lo ha pasado Snail esta temporada o por lo gracioso que es Torpone (“He ganado siete, no Sete”… mira…gilipollitas…cuando te cambie la voz hablamos), un aficionadillo de la F1 que se tiene que conformar con un deporte menor, el de las motos?

…lo hemos mamado desde niños…

(Paquito)

¿Qué se puede esperar de alguien que intenta darle la vuelta a la verdad, por sistema, y es capaz de decir que yo no reconozco que me equivoco, cosa que ocurre rara vez (equivocarme, se entiende), mientras que él, cada ocasión que la caga, que no son pocas, intenta escabullirse de forma rastrera y lamentable?

¿Qué se puede esperar de alguien que hace el ridículo despreciando al corredor más joven en ganar un campeonato de F1 y que además ha vencido al que, hasta ahora, era el mejor? ¿Y cuánto tardará en rendirle pleitesía de tapadillo, y
dejar sus diatribas inconsistentes por no dichas, como ya hizo con Rafa Nadal?

¿Hasta cuándo tendremos que soportar su ignorancia en todas las cosas? O lo que es lo mismo, ¿cuándo vuelve Su Profesora De Inglés?