Fernando Alonso, el flamante nuevo campeón del mundo de F1, ha vuelto a hacer de las suyas montado en su flecha azul. Gracias a la impresionante remontada del mejor piloto de este año con diferencia, la clasificación de constructores se le pone un poco más cuesta arriba al equipo MacLaren que, sin que sorprenda ya a nadie, ha vuelto a destrozar uno de sus coches en competición.
El único pero que se le puede poner a la impecable carrera de Alonso es no haber obtenido la victoria. Fernando, uno de los pocos pilotos que no solamente sabe de pilotaje sino que comprende también los entresijos de la carrera, además de ser un competente entendido de la mecánica y tecnología incorporada en los bólidos, apunta las razones:
“Creo que hemos tenido una estrategia equivocada en una carrera en la que por primera vez en muchas carreras tenía un coche más rápido que el de Kimi y podía haber luchado por la victoria”.
A destacar, la humildad del campeón español, que se arroga parte de la culpa (hemos tenido, afirma) en la elección de la estrategia, y cómo encaja el golpe sin demasiados aspavientos, puesto que sabe que podría haber ganado la carrera sin problemas.
Habrá que esperar a la semana que viene, en Shangai, para descubrir qué equipo se lleva definitivamente el mundial de constructores -porque ya se sabe quién se ha llevado la clasificación de pilotos, esto es, Fernando “Príncipe de Asturias” Alonso. Tal vez en China podamos ver otra vez esas humillantes pasadas del líder del mundial al Kaiser de capa caída.